miércoles, 10 de junio de 2009

El chocolate suizo en la cima


Suiza es el principal fabricante y exportador de chocolate del mundo, a pesar de no contar con plantaciones propias y tampoco tuvo nunca colonias tropicales. Sin embargo, la calidad de esta producto helvético es incuestionable.


En el siglo XIX era Italia la principal plaza para el chocolate. Hacia allí tuvieron que partir los suizos que querían meterse en esta industria. Por ejemplo, Louis Callier estuvo cuatro años en Turín aprendiendo los secretos del chocolate italiano y después en 1819 regresó a Suiza e instaló en Vevey el primer molino chocolatero del país.


La principal ventaja del país a la hora de producir el chocolate fue que tenía a su favor muchos recursos hidráulicos que eran indispensables en esa época para la producción del chocolate, y una muy buena red de comunicaciones que no tenía ningún otro país de Europa.


En el siglo XIX, con la llegada de turistas británicos a Suiza, el chocolate comenzó a dar la vuelta al mundo y a crecer en prestigio de la mano de sus logros en la industria del chocolate.


En fin, que hoy casi todas las empresas suizas dedicadas al chocolate forman parte de multinacionales, salvo muy pocas (entre ellas Lindt-Sprüngli), que siguen siendo empresas familiares.


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