jueves, 3 de septiembre de 2009

Gadafi quiere disolver Suiza

Tiembla Suiza. El coronel Libio, Muamar Gadafi, pretende declarar la guerra al país en la ONU, según los medios helvéticos. En medio de las tensiones creadas por la retención de dos ciudadanos suizos en Trípoli desde hace más de un año, la televisión suiza alemana aseguraba anoche que Gadafi piensa pedir "que la cuestión del despiece de Suiza figure en el orden del día de la próxima Asamblea General".

El pasado mes de julio, durante la cumbre del G-8, Gadafi dijo que Suiza "es una mafia mundial y no un Estado. Está formada por una comunidad italiana que debe regresar a Italia, de otra comunidad alemana que debe regresar a Alemania y de una tercera comunidad francesa que debe regresar a Francia".

Libia asume por un año la presidencia de la Asamblea General de la ONU y Gadafi participará en ella, por primera vez desde su llegada al poder hace 40 años, y allí tomará la palabra el 23 de septiembre, después del presidente estadounidense, Barack Obama.

La detención del hijo de Gadafi

La revelación del supuesto plan de Gadafi de pedir la desaparición de Suiza es una nueva vuelta de tuerca en la guerra de nervios que el líder libio juega con las autoridades helvéticas. Desde que el pasado 20 de agosto el presidente suizo, Hans Rudof Merz, se presentara por sorpresa en Trípoli y pidiera perdón públicamente por la breve detención de un hijo de Gadafi, Hanibal, en Ginebra hace trece meses, acusado de maltratar a dos empleados domésticos, todo se ha torcido para el responsable suizo.

En esa visita, Merz firmó un acuerdo considerado humillante en Suiza para reanudar las relaciones bilaterales, por el que debe crearse una comisión de arbitraje formada por tres jueces, en Londres, para establecer si la policía ginebrina actuó bien al detener a Hanibal Gadafi. El objetivo de semejante acuerdo era, no sólo recuperar los beneficios económicos perdidos por la crisis con Libia, sino lograr la liberación de dos ciudadanos suizos retenidos desde julio de 2008 en Trípoli en venganza por el asunto.

La fecha del 1 de septiembre dada por los libios a Merz para permitir la salida de los dos rehenes ha pasado sin que hayan regresado, lo que ha empeorado la situación del presidente suizo, que, según medios políticos y de prensa, podría verse obligado a dimitir.
PÚBLICO.ES/AGENCIAS

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