jueves, 15 de abril de 2010

Hostal Patio Suizo tiene un espacio ganado en Santiago de Chile

El patio Suizo, ubicado en Santiago de Chile, es un Hostal acogedor, cómodo, la atención es de buena calidad y en varios idiomas. Hasta aquí parece una buena propaganda, pero eso es lo que menos nos motiva, lo que nos importa es saber quien está detrás de esta história, quien es el autor de este proyecto turístico, como y porque llegó hasta este país.

Todo parte desde Lucerna en el Cantón del mismo nombre en la región central de Suiza. Armin Baumeler, nuestro personaje, había trabajado con un sistema milenario de impresión; la Serigrafía y tambien en la imprenta digital, sin embargo rapidamente llega a una conclusión, esa no era la vida que el quería mantener en el tiempo.

Entremedio Armin viaja varias veces a Chile. Entre idas y venidas la idea comienza a tomar forma. Se dió cuenta que no existian hoteles “Bed and Breakfast” como se conocian en europa, que ofrecieran cama y desayuno por una tarifa conveniente. La conclusión la tomó luego de viajar entre Iquique y Chiloé y observar la oferta que entregaba Chile en alojamiento.

El comienzo, como todo inicio, no fue fácil. La ciudad elejida fue la capital chilena porque “aquí hay mucha vida cultural y todo pasa por Santiago. También es un muy buen lugar para hacer negocio, acá viene toda la gente que viaja a Chile y luego sigue su viaje hacia el norte o al sur” dice a Suizapress Armin Baumeler.

También este suizo valora la posición estratégica que ocupa esta ciudad. “Desde aquí tienes la ventaja de ir a lugares cercanos que son hermosos. Por ejemplo el Cajón del Maipo o Valparaiso. Puedes ir a la montaña o visitar viñedos en Casablanca e ir al campo, en menos de una hora” afirma.

A pesar que Armin Baumeler nunca se imaginó vivir en una ciudad tan grande, se nota que el cambio le ha venido bien, lo que no significa que no continúe recordando a su originaria Lucerna, ciudad suiza a la que considera como “una de las más lindas del mundo”.

El Patio Suizo esta ubicado en un barrio simpático, tranquilo y desde donde todo queda cerca. Es una casa antigua remodelada que invita a quedarse, es como estar en casa. Hay algo amigable en el ambiente y los cuartos se ven amplios y limpios, con todas las comodidades necesarias para disfrutar la estadía.

Sin embargo, no siempre este espacio fue así. Hubo que invertir mucho tiempo y energía para convertirla en la que es hoy en día. “Tuvimos que cambiar todas las cañerías, en pleno invierno – chileno - con barro hasta la puerta. En esos tres meses vivimos como en un camping. Fueron meses difíciles pero teníamos muchas ganas de hacer algo nuevo y al final valió la pena”, confiesa Baumeler.

Hacer algo así en el país helvético hubiera sido simplemente imposible, continúa. En suiza “esta todo hecho, comprar o arrendar es algo demasiado caro. En Chile existen aún muchas posibilidades, y si funciona, puedes vivir de eso. En Suiza es un tema de dinero y además es mucho más complicado sacar los permisos, pero además no hay locales disponibles”, aclara.
Es indiscutible que Chile ha avanzado mucho en los últimos años, sin embargo, en algunos aspectos aún queda mucho camino por recorrer. En el plano turístico Chile es un país seguro, tiene variadas zonas climáticas, buena conexión vial y aérea, pero la infraestructura aún no responde en un 100% a la demanda de los miles de turistas que llegan cada año a este país suramericano.

“En la mayoría de los hoteles se habla solamente español. Aquí en el Patio Suizo los turistas se pueden comunicar en sus idiomas. Nosotros entregamos la posibilidad de informar al pasajero en alemán, ingles, español y tratamos de tener a alguien que hable francés. Esa es una gran ventaja que tenemos”, nos aclara Armin.

“La clave está en hacer las cosas bien, hablar varios idiomas y la limpieza”, afirma. Aspectos importantes para los belgas, franceses, alemanes, suizos y austriacos, por nombrar algunos, que se hospedan aquí. “Es que nuestros clientes buscan un estándar europeo y que le entreguen muchas informaciones y servicios”.

Los pasajeros chilenos, a medida que conocen este concepto de Bed and Breakfast, comienzan a llegar paulatinamente, nos informa Armin. “En un principio entraban y preguntaban por la recepción. Los chilenos estaban más acostumbrados a otro tipo de hoteles, pero cuando se dan cuenta que pueden conversar con otra gente, que hay un ambiente más de intercambio y que hay un buen desayuno europeo, les comienza a gustar. Aunque eso costó cinco años construirlo”, reconoce.

Pero Armin Baumeler no es alguien que se mantenga tranquilo con lo ya conseguido. Este suizo confiesa que necesita hacer siempre algo, e incluso le gusta el estrés cuando ve un proyecto interesante en el que puede avanzar. En el horizonte siempre hay nuevas ideas, todas ligadas al turismo.
En Chile se siente como en casa, tiene muchos amigos y le gusta lo que hace y no se arrepiente un segundo de haber llegado a este país al sur del mundo. Pero como todos los emigrantes siempre hay algo que le falta de su país. De Suiza le hace falta la familia, los padres y hermanos, también esos eternos amigos que quedaron allá. Por suerte la tecnología los acerca y le permite mantener un permanente contacto con todos ellos, a pesar de la lejanía.

También cada cierto tiempo viaja a Lucerna de vacaciones. “Siempre es lindo volver y estar ahí por un tiempo”, finaliza.

Por Jorge Molina, Suizapress.ch

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