ZÚRICH, Suiza — La energía solar está lejos aún de sustituir al queroseno para propulsar aviones, pero las innovaciones del avión Solar Impulse podrían encontrar aplicaciones en sectores como el automovilístico y el espacial, estimaron especialistas este miércoles.
"En lo que se refiere a la aviación comercial, aún se está relativamente lejos" de mover un avión con la sola fuerza de la energía solar, reconoció Pascal Vuilliomenet, de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL).
Para este responsable de la coordinación de proyectos de investigación entre el EPFL y el equipo del Solar Impulse, "no tendremos mañana mismo aplicaciones comerciales, aunque diferentes sub-elementos (del prototipo) podrían utilizarse en el futuro".
Según Vuilliomenet, las investigaciones sobre paneles solares llevan mucho tiempo, pero los avances en el terreno de los materiales compuestos (resinas y plásticos) utilizados en el avión, que inició este miércoles su primer vuelo nocturno propulsado por la sola energía solar, parecen muy prometedores.
La optimización de los motores eléctricos, utilizados para mover las cuatro hélices de Solar Impulse, podría también encontrar aplicaciones en el sector automovilístico, destacó.
El aparato, cuyas alas tienen la envergadura de las de un Airbus A340 (63,40 metros) aunque sólo pesa 1.600 kilos, despegó este miércoles de madrugada.
Como en los vuelos anteriores, el avión utiliza solamente la energía que producen las 12.000 células fotovoltaicas que cubren sus alas y que alimentan cuatro motores eléctricos de una potencia de 10 caballos de fuerza cada uno.
Las células también permiten cargar sus baterías de litio polimerizado de 400 kg. Si bien el prototipo es demasiado avanzado para ser adapatado a un vuelo comercial, sus novedades tecnológicas podrían servir para el desarrollo de energías verdes , afirmó el conceptor del proyecto, Bertrand Piccard.
"Estamos convencidos de que si un avión puede volar día y noche sin ningún combustible, nadie podrá decir después que es imposible utilizar las mismas tecnologías para los automóviles, el aire acondicionado, la calefacción, los ordenadores o los electrodomésticos", insistió.
Anil Sethi, director general de empresa Flisom, especializada en los paneles solares ultrafinos y flexibles, prevé para la energía solar incluso un futuro en la aviación. "Usted nunca podrá tomar un vuelo comercial de Zúrich a Nueva York con un avión impulsado por energía solar. Pero para los que quieren experimentar otro medio de locomoción, por el placer de volar de otra manera, los aviones solares pueden ser una idea interesante", afirmó.
Para Sethi, proyectos como el del Solar Impulse pueden tener también aplicaciones en los vuelos espaciales o, en tierra, para vehículos con algunos componentes que serían alimentados por delgadas láminas solares.
En lo inmediato, los carburantes llamados 'verdes', menos contaminantes, podrían ser utilizados en la aviación, según Robert McIlveen, del grupo de investigaciones británico Policy Exchange.
"Sería más fácil adaptar los aviones al combustible verde que volverlos a diseñar totalmente para hacerlos funcionar con otras fuentes de energía", en particular la solar, afirmó McIlveen.
Según un informe publicado por el grupo de investigación, la introducción a gran escala de estos combustibles ecológicos permitiría reducir en un 15% , de aquí a 2020, y en un 60% de aquí a 2050, las emisiones de gas con efecto invernadero para la aviación en la Unión Europea.
Por André Lehmann (AFP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario