Tras una cadena de contratiempos, el acelerador de partículas más poderoso de la historia anunció que reanudará su misión a media máquina en noviembre, después de una pausa de más de un año.
Pero a la vez advirtió que el año próximo podría tener que parar nuevamente para concluir las reparaciones que le permitan funcionar con su máxima potencia: siete veces más que sus competidores en el resto del mundo.
La máquina científica más grande del mundo ha costado 10.000 millones de dólares, sólo ha funcionado nueve días y todavía no ha hecho chocar una sola partícula subatómica. El enorme instrumental en un túnel circular de 27 kilómetros (17 millas) debajo de la frontera suizo-francesa ha sido ensamblado por especialistas de muchos países, y 8.970 físicos aguardan ansiosamente que funcione.
Pero pese a los gastos y dificultades iniciales, miles de físicos en todo el mundo insisten en que es crucial para comprender el universo.
La Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN) anunció el viernes que reanudará el acelerador en noviembre a media potencia bajo las presiones de los científicos ansiosos por efectuar sus experimentos.
Pero el vocero James Gillies dijo a la Associated Press que tendrán que volver a cerrarlo el año próximo para completar las reparaciones de modo que el acelerador pueda operar a plena energía de 7 billones (correcto) de voltios electrones, siete veces más que cualquier otra máquina del mundo.
CERN ha estado trabajando desde fines del año pasado para reparar los daños causados por una falla eléctrica. El inconveniente ocurrió nueve días después del espectacular comienzo el 10 de septiembre cuando se puso a prueba el acelerador enviando partículas subatómicas en el túnel.
Cincuenta y tres enormes imanes eléctricos tuvieron que ser limpiados y reparados. Toneladas de helio líquido superfrío se filtraron y hubo que limpiar un residuo en los tubos que deben estar impolutos. En el vacío creado en los tubos deben lanzarse haces de partículas subatómicas a velocidades cercanas a la de la luz.
Michio Kaku, profesor de física en la City University de Nueva York que es crítico de los gastos excesivos en los proyectos científicos ambiciosos, justifica el CERN como una inversión valedera.
"Los europeos y estadounidenses no están despilfarrando 10.000 millones de dólares en este tubo gigantesco para nada", comentó Kaku. "Estamos explorando la vanguardia de la física y la cosmología porque queremos abrir una ventana a la creación, recrear un ápice del Génesis para descifrar algunos de los mayores secretos del universo".
Dijo que el accidente del año pasado "probablemente se debió a error humano debido al apresuramiento en llevar a cabo el proyecto". "Pero lo considero un contratiempo ocasional. Nos levantaremos y seguiremos corriendo", agregó.
CERN anticipa que las reparaciones y sistemas adicionales de seguridad costarán unos 40 millones de francos suizos (37 millones de dólares) a lo largo de varios años, cubierto por el presupuesto de la organización de 20 naciones.
AP
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