La plaza financiera suiza mantiene un alto nivel de competitividad que va más allá del secreto bancario, que Suiza ha aceptado rebajar en recientes acuerdos suscritos con 16 países, aseguró hoy el presidente de un gremio de bancos que opera en Ginebra y socio del banco privado Pictet, Iván Pictet.
En un encuentro anual con la prensa, el banquero dijo que esos acuerdos de doble imposición no prevén el intercambio automático de información (bancaria), "de modo que el cliente mantendrá una protección casi total de su esfera privada".
Sostuvo que en ningún lugar se puede desarrollar una actividad de banca privada "sin una relación de confianza entre el cliente y su banco", la que puede adoptar diferentes formas jurídicas.
El Gobierno suizo ha modificado acuerdos de doble imposición con 16 países para adaptarlos a la norma sobre transparencia fiscal de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), tras una campaña internacional del G20 -lanzada por Francia y Alemania- contra los "paraísos fiscales", cuyo principal estandarte ha sido tradicionalmente el secreto bancario.
Suiza recibió la amenaza directa de ser incluida en una "lista negra" de esos paraísos y, como un primer paso, se le incorporó a una "lista gris", de la que salió hace un par de semanas tras haber revisado la noción de secreto bancario y eliminado la distinción entre evasión y fraude fiscal, de los que sólo el última era considerado un delito.
En ese sentido, El presidente de la Fundación "Geneve Place Financière" reconoció que "las garantías en materia fiscal que ofrecía el secreto bancario no son las mismas que antes", pero recordó que tampoco lo son en las plazas financieras que compiten con la Suiza, que también han tenido que hacer concesiones al G20.
Pictet lamentó que Suiza "haya cedido tan rápido al chantaje del G20" en materia de flexibilización del secreto bancario.
"En el futuro, la confidencialidad (de la banca suiza) se mantendrá en lo esencial, aunque no se podrá ofrecer un secreto total a los ciudadanos de los países con los que se han firmado acuerdos de doble imposición", recalcó.
Precisó que las estadísticas muestran que la clientela trasnacional es inferior al 20 por ciento de los fondos gestionados por los bancos que operan en territorio helvético.
Por otra parte, Pictet aseguró que a pesar de los problemas que han afectado en los últimos meses la plaza financiera helvética, ésta sigue siendo atractiva particularmente para los inversores de Oriente Medio y, en menor medida, de Europa oriental y Rusia.
Esta tendencia que equilibra en algo la disminución de clientela europea y norteamericana.
efe
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