Los voluntarios suizos de la Copa Mundial de la FIFA 2010 visitaron la sede de la FIFA en Zúrich el martes 4 de mayo. Allí conocieron al Presidente Joseph Blatter y aprendieron algunas cosas sobre el funcionamiento del organismo rector del fútbol mundial.
El heterogéneo grupo muestra a la perfección hasta qué punto la Copa Mundial es universal. Jóvenes, menos jóvenes, hombres, mujeres, grandes, pequeños, suizos de pura cepa o de orígenes diversos, pero todos ellos con una pasión en común: el fútbol.
"Estoy orgulloso de recibir aquí, en la sede de la FIFA, a los voluntarios de Suiza que van a prestar sus servicios en Sudáfrica 2010. Sin los voluntarios, sería sencillamente imposible organizar competición alguna. El fútbol, al igual que todos los deportes, se basa en el voluntariado. Estoy muy contento de que acompañéis a la FIFA en Sudáfrica", declaró el Presidente Blatter a modo de introducción en su alocución a los voluntarios y a los Embajadores presentes en el acto (Sudáfrica, Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Japón y República de Corea).
El programa de captación de voluntarios ha sido un gran éxito, con 67.999 aspirantes de 170 países. Entre el 20 de julio y el 31 de agosto de 2009, periodo de presentación de solicitudes, se recibieron una media de 1.600 candidaturas al día. Finalmente, alrededor de 15.000 voluntarios tomarán parte en Sudáfrica 2010.
Útil a la par que agradable
Tras una presentación de las actividades de la FIFA y una visita guiada del edificio, los 12 afortunados elegidos parecían más listos que nunca para lanzarse de lleno a la aventura sudafricana. "De hecho, yo ya me voy el domingo, para hacer un poco de turismo antes de la competición", apuntó Fanny Ntsika, originaria de la RD del Congo.
Esta joven políglota, que prestará apoyo lingüístico en Ciudad del Cabo, se ha tomado dos meses de permiso sin sueldo para viajar a Sudáfrica. "Siempre he soñado con ir a Sudáfrica, y realmente no sé por qué. Cuando vi que la Copa Mundial se iba a celebrar allí, me dije: '¿por qué no intentas participar?' Rellené un formulario en 2008 y ya está, ¡allá voy!", explicó.
Para Théobald O. Schmid, un jubilado rebosante de entusiasmo, las cosas fueron muy distintas. "Conocí a un voluntario durante un campeonato de esquí celebrado en Saint-Moritz y me dije que yo también podía hacer algo así. Entonces solicité participar en la Eurocopa 2008, y me aceptaron. Trabajé en el ámbito de la logística, yo respondía a diversas peticiones de última hora, muy diferentes entre sí. La experiencia me encantó, y por eso presenté mi candidatura para Sudáfrica 2010", puntualizó el señor Schimd.
El brasileño Heitor Mattos, por su parte, se siente como si hubiese lanzado un mensaje en una botella. "Fue en 2008, todavía estaba en Brasil, y vi en la página Web que se podía hacer una petición para ser voluntario. Me inscribí, sin ninguna esperanza. Después, me instalé en Suiza por motivos de trabajo y al cabo de unos meses recibí una respuesta positiva". Heitor ha sido asignado al estadio Soccer City, en Johannesburgo, y aún no termina de creerse su buena suerte: "Para mí es un sueño estar en la Copa Mundial. Quiero contribuir, quiero sentir el certamen, por eso me inscribí".
Fanny comparte el mismo sentimiento y ansía estar en el centro de la acción. "Es mi continente y estoy muy orgullosa de que el certamen más grande del mundo se celebre allí. Por eso quiero participar", explicó con un brillo especial en su mirada. "Quiero vivir una gran experiencia, pienso que será una vivencia única que me servirá para el futuro. Y además, ¡espero que gane un equipo africano!".
Candidatos de todo el mundo
Nigeria fue el país que más candidaturas para el programa de voluntarios presentó (750), seguido de Estados Unidos (554) y Brasil (489). Johannesburgo fue la ciudad más demandada, con 16.280 solicitudes, por delante de Tshwane/Pretoria (8.496) y Bahía Nelson Mandela/Puerto Elizabeth (7.365).
Théobald, que conoce Sudáfrica desde 1967, también está impaciente, pero se muestra más sosegado: "Espero que esta Copa Mundial sea venturosa para el país anfitrión y su gente, a los que aprecio mucho. Estoy seguro de que será un certamen pacífico y tranquilo".
Los tres saben que ésta es una oportunidad al alcance de sólo unos pocos, y quieren disfrutarla al máximo. Todos esperan guardarla en su memoria para siempre. Heitor ya piensa hasta en su vejez: "Es una experiencia única, algo que contaré a mis nietos, si es que los tengo algún día", exclamó divertido.
El Presidente de la FIFA, por su parte, conoce muy bien el continente africano, y así se lo explicó a los voluntarios. "Fui a África, a Addis Abeba, por primera vez con la FIFA en 1976. Me enamoré del continente y me di cuenta de que allí el fútbol representa mucho más que darle patadas a un balón. Lo comprobaréis por vosotros mismos a partir del próximo 11 de junio", les aseguró.
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