La conferencia de obispos católicos de Suiza reportó que son 104 las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país desde 1950 a la actualidad, aunque aclaró que sólo nueve casos se remontan a los últimos 20 años.
La información fue difundida en un comunicado publicado en El Vaticano por el Servicio de Información Religiosa (SIR) de la Conferencia Episcopal Italiana, en el cual se expresó “reconocimiento” a quienes tuvieron la valentía de denunciar los abusos.
“Los abusos sexuales cometidos en el ámbito de una actividad pastoral no son tolerables. Se debe hacer justicia para con las víctimas y los autores deben ser considerados responsables aunque los abusos datan de mucho tiempo atrás”, indicó.
El escrito agregó que los obispos decidieron reformular el capítulo concerniente a la colaboración con las autoridades civiles contenido en una serie de directivas sobre el tema en vigor desde 2002, porque “al texto le faltaba claridad”.
Entre las modificaciones aparece una que establece que “en caso de una sospecha fundamentada, las autoridades eclesiásticas deben denunciar el abuso a las autoridades civiles competentes, siempre que la víctima o su representante no se oponga”.
“Los obispos han constatado ante Dios que un grave error ha sido cometido en la Iglesia, pero también en nuestras diócesis y parroquias. Los obispos son conscientes de su responsabilidad”, apuntó el escrito.
“Estamos listos para renovar nuestro pensamiento, nuestra voluntad y nuestros actos en el espíritu de Jesús y a participar a la sanación de las heridas”, agregó.
Mientras, El Vaticano defendió la inocencia del actual presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, quien es investigado por la policía de Friburgo tras señalamientos en su contra de haber encubierto a un cura pederasta.
La sala de prensa de la Sede Apostólica difundió una versión en italiano de un comunicado emitido por la arquidiócesis de Friburgo el cual calificó como “priva de fundamento” la acusación por considerarla “carente de sustancia y contenido”.
A Zollitsch, responsable de la oficina para el personal de esa demarcación eclesiástica en 1987, se le imputa haber otorgado un puesto a un monje cisterciense culpable de un abuso sexual en la década de los años 60, pero del cual se tuvo noticia sólo hasta 2006.
En el boletín se afirmó que el prelado “nunca supo de las acusaciones de los años 60”, ni “de un nuevo cargo para el padre en cuestión” y por lo tanto “no hizo conferir algún encargo al padre en cuestión”.
(Con información de Notimex/CFE)
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