La colonia helvética residente en nuestro país veía el encuentro en el Colegio Suizo de Ñuñoa junto a 300 alumnos de ese plantel. Hasta allí llegaban autoridades de la embajada, ejecutivos de la Cámara Chileno-Suiza y habitantes del pequeño país europeo. La reunión sirve también para realizar una actividad tendiente a recaudar fondos destinados a una escuela de la Región del Biobío.
Con el corazón dividido se declaraban algunos funcionarios de la embajada de Suiza en Chile en la previa del choque de hoy cuando se les consultaba cómo estaban de cara al duelo por el Grupo H.
Ellos, junto a la colonia residente, veían el encuentro en el Colegio Suizo, ubicado en José Domingo Cañas 2206, comuna de Ñuñoa. Esta era la única actividad organizada por los helvéticos de nuestro país en torno al Mundial.
“Con España en el debut y con Honduras en el cierre del Grupo H nada se previó. Pero este caso es distinto, pues se trata del partido contra Chile y nosotros estamos trabajando y viviendo acá, por eso es un día especial”, comentó una funcionaria de la embajada.
Como el partido es hoy a las 10 de la mañana, los suizos se juntaban una hora antes. Y estaba confirmada la presencia en el Colegio Suizo de la embajadora Yvonne Baumann, además de los ejecutivos de la Cámara Chileno-Suiza de Comercio, del Club Suizo de Santiago y de la comunidad escolar del establecimiento anfitrión.
“El hecho de que Chile y Suiza disputen un partido del Mundial nos brinda la posibilidad de abrir las puertas de nuestro colegio a la comunidad. Vamos a tener una pantalla gigante en el gimnasio para ver el partido y dejar salir las emociones”, decía en la página web del Colegio Suizo su director, Friedrich Lingenhag.
El entusiasmo es alto entre los seguidores de la selección helvética luego de la inesperada victoria sobre España por 1-0, y por ello se espera que unas 600 personas lleguen al gimnasio del Colegio Suizo.
Pero además de la competencia deportiva, la actividad estaba acompañada de la solidaridad, debido a que se va a aprovechar esta instancia para realizar una rifa cuyas ganancias irán en ayuda de las familias de niños de la Escuela de Quinchamalí, ubicada en una zona rural a 30 kilómetros de Chillán que sufrieron muchas pérdidas por el terremoto.
Los premios fueron donados por empresas afiliadas a la Cámara Chileno-Suiza de Comercio y por amigos del Colegio Suizo de Santiago, y son viajes a Suiza, navajas típicas de ese país, chocolates, mochilas y cámaras fotográficas, entre otros.
Por Rodrigo Chacón / La Nación
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