La ministra de Asuntos Exteriores de Suiza, Micheline Calmy-Rey, supeditó la normalización de las relaciones con Libia a la repatriación del empresario helvético Max Göldi, que el jueves fue liberado en Trípoli tras casi dos años de detención.
"No es el final de la historia, tiene que salir de Libia, que es el siguiente paso. A continuación vendría la normalización de nuestras relaciones con Libia", dijo la responsable de la diplomacia suiza en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.
Calmy-Rey está hoy en Nueva York con motivo de la elección del ex presidente de la Confederación Helvética Joseph Deiss para presidir el próximo período 65 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Durante su visita al organismo internacional, la ministra conversó del caso del empresario con el actual responsable de la Asamblea, el ex titular de Asuntos Exteriores libio Ali Abdessalam Treki.
Según dijo, ambos expresaron en el encuentro su satisfacción por la liberación del empresario, que fue retenido hace casi dos años en Libia como represalia por un breve arresto en Ginebra de un hijo del líder libio, Muamar Gadafi.
Asimismo, Calmy-Rey declinó precisar qué acciones emprenderá Suiza a partir de ahora para asegurar la repatriación de Göldi.
"El próximo paso, como he dicho, es que abandone el país y se normalicen las relaciones. Trabajamos mucho para conseguirlo, ya saben que esta es una situación extrema y un caso diplomático complicado", resaltó.
La ministra de Exteriores suiza agradeció la colaboración en las gestiones para resolver este caso de España, que ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE), y de Alemania.
El desencuentro entre Libia y Suiza se inició en julio de 2008, cuando Hanibal Gadafi, hijo del líder libio, fue detenido en Ginebra después de que dos de sus empleados domésticos le denunciasen por malos tratos.
A raíz de esa detención, Libia canceló su suministro de petróleo al país helvético, retiró grandes cantidades de fondos de los bancos de ese país y retuvo en Libia a los empresarios suizos Max Goldi y Rachid Hamdani.
Hamdani fue absuelto y pudo regresar a Suiza en febrero pero Goldi fue condenado a cuatro meses de prisión por estancia ilegal en el país y se le encarceló en una prisión de Trípoli.
La crisis se agravó después con la decisión de Suiza de establecer una "lista negra" de entrada en el país para algunos ciudadanos libios, en la que incluía a Gadafi y a varios miembros de su familia.
Trípoli decidió entonces suspender la concesión de visados a todos los ciudadanos del espacio Schengen, que incluye 22 de los 27 países de la UE más Suiza, Islandia y Noruega.
Libia levantó esas restricciones en marzo, después de que Suiza hiciese lo mismo con la "lista negra", aunque las relaciones entre ambos países siguen siendo tensas.
EFE
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