Los tres aventureros habían despegado de Ginebra el viernes a las 07.00 hora local a bordo de un Rockwell Sabreliner 65, un avión de negocios que data de 1980, con el objetivo de superar el récord establecido por el piloto estadounidense Steve Fossett el 11 de febrero de 2006, de 67 horas, 1 minuto y 10 segundos.
"Nos encontramos cansados, pero muy contentos. Lo bonito de esta aventura es que la hemos hecho con un avión antiguo, y fabricado en serie, a diferencia de Fossett, que se hizo construir uno para la ocasión y que costó millones de dólares", dijo en declaraciones a Efe Gabriel Mortara, de 28 años, copiloto e hijo de Ricardo, poco después de aterrizar.
Con ellos viajó también un tercer tripulante, el francés Flavien Guderzo, de 26 años.
Otra diferencia con el viaje de Fossett es que el Sabreliner, que se utiliza habitualmente para el transporte de pasajeros, es incapaz de dar la vuelta al mundo sin escalas, algo que sí hizo el americano, por lo que han tenido que hacer diez escalas para repostar.
"El viaje nos ha ido muy bien a nivel técnico, pero hemos tenido algún imprevisto, especialmente cuando nos dirigíamos hoy de Canadá a Islandia y tuvimos que dar la vuelta en pleno vuelo debido a la erupción del volcán Fimmvorduhals, en el sur de la isla, algo que no había ocurrido desde 1820", dijo Gabriel Mortara.
"Las autoridades evacuaron a cientos de personas y cerraron los aeropuertos civiles después de la erupción del volcán, y esto solo lo supimos cuando estábamos a unos 200 kilómetros de Islandia", agregó el copiloto.
Tras ese contratiempo, la tripulación tuvo que dar media vuelta durante su vuelo hacia Islandia y regresar a Canadá, para continuar después su periplo.
A pesar de todo, el equipo de Mortara consiguió dar la vuelta al mundo en 57 horas y 4 minutos, batiendo el anterior récord para su categoría de avión.
Durante las paradas, el cronómetro siguió en marcha, por lo que dichas escalas no excedieron nunca los 40 minutos.
El Sabreliner atravesó el espacio aéreo de más de 30 países y recorrió más de 36.000 kilómetros.
EFE
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