Ginebra, 18 mar (EFE).- La súbita muerte hoy de un ciudadano nigeriano en el aeropuerto suizo de Zúrich, cuando era conducido a la fuerza para que embarcase en un vuelo de repatriación, ha levantado polémica y ha hecho reaccionar a la organización de derechos humanos de Amnistía Internacional.
El inmigrante, de 29 años, había presentado una solicitud de asilo que las autoridades suizas no aceptaron evaluar. Una denuncia por tráfico de estupefacientes pesaba sobre él.
En esas circunstancias se había decidido su expulsión, medida ante la cual el nigeriano inició una huelga de hambre.
Su deceso se registró hoy, instantes después de que las fuerzas de seguridad le esposaran de manos y pies para llevarlo hasta el avión en el que debía ser devuelto a su país junto con otros quince compatriotas que también habían sido expulsados de Suiza.
La Oficina Federal de Migraciones lamentó este "trágico incidente" y decidió postergar todos los vuelos especiales de expulsión hasta nuevo aviso, de modo que las personas que iban a ser enviadas en el mismo vuelo a Nigeria fueron trasladadas a las distintas jurisdicciones donde se encuentran detenidas.
Por su parte, la ONG Amnistía Internacional reclamó a las autoridades locales que ordenen una investigación imparcial de las circunstancias que rodearon la muerte del solicitante de asilo.
Asimismo, pidió que "ninguna repatriación forzada se realice en el futuro mientras que ésta no se realice bajo la supervisión de observadores independientes".
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